miércoles, 28 de septiembre de 2016

MUSEO ARQUEOLÓGICO ZAZACUALA


MUSEO ARQUEOLÓGICO ZAZACUALA

Por Gloria Valencia Vargas

Como un gran esfuerzo de un entusiasta grupo de personas encabezadas por el Profesor Iván Reyes surge el Museo Arqueológico de Zazacuala, situado en lo que fueran las instalaciones de la sub-estación del ferrocarril, en la entrada de Santiago Tulantepec.
            Sin más pretensión que hacer del conocimiento de la población la riqueza arqueológica e historia de Zazacuala, en el pequeño museo se exhiben 1,500 figuras del periodo arcaico, cerámica Olmeca, Teotihuacana, Azteca perteneciente al clásico tardío, así como artefactos de obsidiana y piedra. Actualmente se encuentra en remodelación. También se nos proporciona un interesante tríptico acerca del sitio arqueológico.

MUSEO ARQUEOLÓGICO ZAZACUALA
            “Zazacuala es una de las zonas arqueológicas más importantes y extensas del valle de Tulancingo. Se localiza en el municipio de Santiago Tulantepec sobre un enorme pedregal volcánico que toma diferentes nombres: San Isidro, Medias Tierras, el Ahíla, el Pedregal y Zazacuala. Este asentamiento prehispánico está formado por una serie de plazas ceremoniales cuadrangulares delimitadas por montículos y con adoratorio central. En la periferia se encuentran evidencias de zonas habitacionales y barrios de artesanos.
            Ocupa una superficie aproximada de 285 hectáreas. Su ocupación se inicia en el Horizonte Preclásico Superior o Formativo, de 800 años a. C hasta 200 a. C. Eran varias aldeas agrícolas dispersas, y fue contemporánea de Ticomán, Cuicuilco, Cerro de la Estrella, Tlapacoya, Cerro de Tepalcate, y otras más de la cuenca de México.”
El profesor Iván Reyes ha trabajado arduamente con el objeto de aumentar el acervo del museo solicitando recursos económicos que vienen a cuenta gotas, también solicitando piezas prehispánicas que la población pueda donar al museo.
            Continuando con la historia:
            “En el Horizonte Clásico de 200 a C. a 650 años d C. Zazacuala forma parte del estado Teotihuacano. A este periodo corresponde el entierro radial encontrado durante la construcción del Lienzo Charro de Santiago Tulantepec y que fue explorado por los arqueólogos de INAH Florencia J. Müller y César Lizardi Ramos. En este entierro apareció como figura central una escultura teotihuacana de Huehuetéotl., el viejo dios de fuego…
            Hay fragmentos de figurillas huecas tipo sonaja de la diosa Cihua cóatl Mujer Serpiente y una representación de Xipe-Totec Nuestro Señor Desollado vestido con la piel de un sacrificado y que era el dios de la primavera que se viste de nueva piel al terminar la sequía. Se exhiben también fragmentos de maquetas de pirámide hechas de barro…” Arqueólogo Carlos Hernández Reyes Centro INAH Hidalgo. 
            Todavía se pueden salvar muchas riquezas para ser expuestas en el museo que espera otro local más amplio.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a: lolvalart@hotmail.com.
 

Brasero Ceremonial de Zazacuala Por Gloria Valencia Vargas, COPECUT


Brasero Ceremonial de Zazacuala Por Gloria Valencia Vargas, COPECUT
  
Sin duda uno de los hallazgos más importantes en el Valle de Tulancingo, ha sido el Brasero de Zazacuala en el municipio de Santiago Tulantepec.


Fue en diciembre de 1993 cuando el arqueólogo Ricardo Martínez Magaña, intervino como director en el proyecto Zazacuala, en la zona arqueológica del mismo nombre, participando también el arqueólogo Carlos Hernández Reyes en dicho proyecto.


Los trabajos se llevaron a cabo durante seis semanas y en diez frentes de exploración; localizándose varios basamentos piramidales, un templo y una casa habitación.


Martínez Magaña refirió a los medios de prensa, que se trató de una cultura anterior a la Teotihuacana y una ocupación datada en 600 años A. C., del preclásico superior. También comentó que el sitio es bastante grande (en el Registro Nacional de Monumentos arqueológicos de INAH se designa una área de cuatro kilómetros cuadrados), y se llevaron cuatro días en recorrerlo.


Al preguntarle con qué otra zona arqueológica se podría comparar este lugar señaló que por su extensión es similar a Cantona en el estado de Puebla y por la forma de talud de algunos modos, indica una antigüedad como la de Cuicuilco.


El arqueólogo Carlos Hernández Reyes publicó un interesante artículo que tituló: "El Brasero Ceremonial de Zazacuala, Hidalgo", en la revista "Ondas de Papel", del que transcribimos algunos párrafos.


"Se localizó dentro de un recinto residencial con piso de estuco, una ofrenda cerámica formada por tres grandes ollas de barro café y un interesante brasero ceremonial que todavía conserva res tos de policromía.


El Brasero es un recipiente de cuerpo cilíndrico con tres soportes huecos, también cilíndricos. Está decorado con el torso de un personaje masculino ricamente ataviado... tal vez una deidad...


El personaje se encuentra modelado y aplicado al cuerpo del brasero lleva un yelmo en forma de cabeza de jaguar de cuyas fauces abiertas asoma su rostro y a los lados se ven sus dos brazos flexionados, de los que solo el derecho está completo y en el que se observa en la muñeca una pulsera azul, la mano tiene los dedos extendidos; es notable el yelmo de felino con sus ojos ovales abultados, coronados con cejas semi circulares de ave que tienen en la parte superior cinco ondulaciones azules...


El personaje del Brasero de Zazacuala es probable que sea una representación de Venus que aparece muerto siendo devorado por la noche estrellada; el jaguar.


Se trata de Tlahizcalpantecuhtli, en su versión de lucero de la tarde deidad astral muy importante."


Al respecto, algunos ciudadanos también han solicitado varias veces al INAH delegación Hidalgo la exhibición en Tulancingo del Brasero de Zazacuala a fin de que se aprecie y se disfrute su imagen, por quienes vivimos en el Valle de Tulancingo.
  

AGUA POTABLE en la historia de Tulancingo Por Gloria Valencia Vargas


AGUA POTABLE

en la historia de Tulancingo

Por Gloria Valencia Vargas



Pocos estudios existen sobre el surtido de agua potable en la ciudad de Tulancingo en la época prehispánica, la destrucción brutal de las zonas y sitios arqueológicos no han permitido el conocimiento de los sistemas hidráulicos.

Hace dos décadas en un estudio arqueológico en Zazacuala por los arqueólogos de INAH, los presentes pudimos observar lo que podrían ser canales que transportaban el agua potable a la zona, pero de esto nada se registró, se destruyó el solar y se construyó una calle.

Hace 9 años, el dueño de un predio en la zona mínima de resguardo en Huapalcalco cercó de manera ilegal un manantial prehispánico que tal vez surtió de agua potable a tan importante sitio. 

Algunos arqueólogos tuvieron la intención de buscar unos acueductos prehispánicos que habían conocido por algunos vecinos de Santiago Tulantepec, en Zazacuala, no se tiene noticia de los resultados.  En espera de investigaciones de tan importantes temas, la historia real de Tulancingo queda sepultada entre la indiferencia e incomprensión de sus habitantes.

De la época colonial al siglo XX, de los escasos datos que pudimos conocer están los siguientes:

VUESTRA EXCELENCIA MANDA AL SUBDELEGADO DE TULANCINGO HAGA QUE DON AGUSTÍN LLORENS REPONGA LA PILA DE LA PLAZA DE AQUEL PUEBLO.

Habiéndose presentado ante mi superioridad del escrito del tenor siguiente Excelentísimo señor Don Marcelo Álvarez por el vecindario del real de Tulancingo… parezco y digo que para el abasto de aguas de aquel público ha habido en el pueblo dos fuentes, que fueron las que se estimaron necesarias, la una en la plaza principal y la otra dentro de las casas cúrales. La primera se inutilizó desde marzo o abril del año pasado, con motivo de haberse proyectado una corrida de toros… Es el primero que la fuente del curato no es suficiente (a) abastecer a todo el público de que resulta que se vean precisados los vecinos a ocurrir por el agua hasta el rio, y ya puede vuestra excelencia considerar que nada bueno puede resultar de los viajes y concurso de uno y otro sexo en este lugar distante y escampado especialmente en la noche en que los muchachos y mujeres se reúsan ir al curato por temor de transitar el cementerio y lóbregas piezas de la casa por donde es necesario entrar…. Fué exceso muy grande el de Don Agustín Llorens haber quitado la pila de donde todo el pueblo se surtía de agua”… México 27 de septiembre de 1790.  AGN.  

En la calle de Bravo, en 1992, el Ing. Jorge Ocádiz rescató de una obra en construcción unos tubos de barro de la “época colonial” que conducían agua potable.

Ya en el siglo XX don Roberto Ocádiz hace mención del servicio de agua potable en Tulancingo.

“La población desde hace muchas décadas ha sufrido la falta de agua potable, no obstante que en 1925-27 el I. Obispo Castellanos llevó a buen término la entubación de agua de los manantiales de Los Chorros la que hasta hoy surte a la ciudad, pero en cantidad insuficiente. Innumerables casas hacen uso de pozos de poca profundidad y como resultado los habitantes siempre han sufrido de enfermedades gastro-intestinales; afortunadamente se han emprendido obras de consideración para remediar este mal; ya existe tendida la nueva tubería, en la ciudad, incluyendo 40 tomas de dos pulgadas contra incendio, y se ha terminado el depósito en las faldas del Cerro del Tezontle con capacidad de 1300 metros cúbicos” TULANCINGO Y SUS ALREDEDORES, 1940.

Hoy la población de Tulancingo ha aumentado y se surte mayormente con pozos y el volumen del agua cada vez disminuye, debemos cuidar el preciado líquido.

Hasta la próxima. Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a: lolvalart@hotmail.com.